VIVENCIAS
“La
reivindicación de la Tuna”
De repente te
acuerdas de lo que pasó hace ya algunos años, y en ocasión de encontrarte con
tus amigos de la barra de Tafi, para hacer las compras necesarias para el asado
del dia siguiente, precisamente en Tafi en la casa de vuestro amigo (Intendente
por entonces): el popular Ci…Se citaron en el Super VEA de la Avenida.
Sarmiento al lado del viejo Policlínico Ferroviario; eran Cru, Huguito Olgiati,
el Inspector Gauna y vos, y si la memoria a los 64 no te falla estaba Pilin
también…
Apenas 15
minutos después de entrar al Super ya habían comprado lo principal: la carne,
el vino, algo de verduras y algunas frutas para el postre, que dicho sea de
paso pretendía ser “ligth”; para no caer en las clásicas tartas de la Dorita
(Dios la tenga a su lado)…cuando al Inpetor si “Inpetor” –no Inspector- nada menos, y delante tuyo se le escapó:
“llevemos unos kiwis asi hacemos una linda ensalada de frutas”. Y allí comenzó
esta historia (anécdota); cuando por “naturaleza” o genio le espetaste: “Kiwi
decís atorrante?”…”vos un tanguero peronista de largos cincuenta años querés
Kiwi?, ese extranjerizante fruto reemplazante de nuestra tuna santiagueña y
protagonista de chacareras varias?...andá a cagar!!...Viva la tuna y Perón carajo!”...Vos
estabas por la reivindicación de la tuna, pese a sus incómodas janas
que podían amargar a más de un ladrón de fondos, en el viejo Tucumán de casas
chorizo, en donde por lo menos había una planta de tuna, entre otras frutales
ya pasadas de moda de nuestro norte, tal el caso de la lima Persia o la naranja
“pupula”!!
Hasta aquí tu
recuerdo y la introducción al tema, que volvió a tu mente en esa noche calurosa
de la Semana Santa del 2013 en Las Termas de Rio Hondo. Habías comido mucho y
pesado: cazuela de chivito en el boliche de Rubén, y como de costumbre tu
aparato digestivo te traicionó, por lo que de inmediato apelaste a tu coquera
salvadora. Tu hijo menor se había dormido en la silla pues el sol del Dique en
la siesta termense había hecho estragos con su resistencia infantil. Apresuradamente pediste la cuenta al mozo y
casi a la rastra llevaste a tu hijo en compañía de tu mujer camino del Hostal
del Sol. El detalle: había sido la falta de energía en parte del centro y con
varios negocios sin luz, por lo tanto se comía en las veredas, o con luces de
emergencia o a la luz de las velas…sin embargo lleno total!!; como corresponde
a un Sábado de Gloria. De repente se te “prendió la lamparita”: “Helado
dijiste!”, casi al aire sin importar si te escuchaban o no: “yo compro mientras
Uds. vayan yendo nomas al Hotel.” Y mientras te alejabas pensaste: doble
digestión: Coca y helado!!
La heladería
de la calle principal: Grido estaba cerrada pues la falta de energía había
hecho estragos…bajaste apresuradamente por calle Sarmiento hacia la zona en
donde no había corte de luz, a ver si estaba la otra sucursal de Grido abierta
y te perdiste, así de simple. Viste gente tomando helados en una pequeña
plazoleta, quienes te indicaron más o menos, hacia donde estaba la heladería, y
hacia allí fuiste y la encontraste. Oh sorpresa!: se llamaba Heladería Termas –
helado artesanal- decía en un cartel modesto de heladería de pueblo; ya no
había tiempo para pensar, era solo entrar y comprar lo que fuese, tu hijo
estaría dormido al llegar al hotel aunque te mandaras corriendo al trotecito.
Pediste medio
kilo, a precios de otras épocas como si se hubiera detenido el tiempo. La
cajera te dijo: “cuatro gustos!” y casi con miedo miraste la pizarra, y entre
los gustos que había reconociste: Mascarpone! luego Chocolate te dieron el que
había, no el que pediste!…mientras el despachante te apuraba dijiste Kinotos al
Whisky!, y por último como sobrando al santiagueño le dijiste: “dame Melón vos
que sos de aquí debe ser la especialidad!…te miró y lanzó la frase matadora
-diría el contra personaje de Calabró-…”tengo de Tuna!!”...”¿en serio
dijiste?... de tuna?...pues patentalo!!”...a lo que el dependiente un chico de
allí (termas), señalando un recorte de un viejo diario santiagueño dijo: Ya
está!….apenas dirigiste la mirada hacia un viejo recorte de diario enmarcado
como los títulos en estudio de abogado, claro sin leerlo, solo como quien mira
algo de apuro pues no había tiempo. El artículo nombraba a la heladería como la
inventora del gusto tuna en helados, todo un acontecimiento….dijiste: “dame ése
y rápido!!”; pero como buen santiagueño hasta tuvo tiempo de decirte que era
natural de la fruta y sin conservante alguno!.
Ya en la
calle con el medio kilo en la mano y casi corriendo hacia el hotel pensaste en
aquella corta anécdota protagonizada por vos y “el Inpetor”: gracias
a Dios, pensaste…la tuna estaba reivindicada!!
Epilogo:
La noche
siguiente volviste a la heladería para pedir la especialidad de la casa…y
lógico: No habría hasta mañana lunes, y casi sin calenturas pediste lo que
hubiese; pero te detuviste en el cuadro que hacía alusión al helado de tuna. La
sugerencia del producto había sido hecha por un texano!! quien habría visitado
Termas algunos años antes…y claro pensaste si no hay tunas en Texas, Santiago y
Quilino…pues la “tuna donde esta!!”
Escrito
en post Semana Santa (la primera de Francesco!) – Abril 2013
Con Joaquin en el Museo del Automóvil en el Autódromo de Rio Hondo