Acerca de los amigos que
uno hace por éste camino, el de la vida no?
No
me acuerdo la fecha en que lo escribí, sería casi a fines del año pasado.
Recuerdo si que lo hice después del encuentro, en mi cuaderno de apuntes de
inglés y allí quedó “escondido” hasta ahora, Marzo 2024 cuando retomé las
clases, allí a la vuelta del lugar en donde nos cruzamos. Decía así…
Hoy
me pasó algo hermoso o mejor: bonito! Me crucé con una amiga, excompañera
del gym para Adultos Mayores de quien no daré el nombre, pues, lo que escribo
ahora a lo mejor forme parte en el futuro -si es que hay un libro- del capítulo
dedicado a los amigos de un supuesto intento de literatura autobiográfica,
digamos…
Ella
bajaba la calle Salta por ende yo subía. Aclaro que tengo la costumbre de
decir subo o bajo una calle, según el sentido que toman las aguas de lluvia,
independientemente de que la numeración de éstas suba o baje. ¿Se entiende?
“Yo
a éste tipo lo conozco!” dijo cuando me divisó a unos 20 metros. Apuré el
paso y la abracé, con ese sentimiento hacia alguien a quien no vemos hace
mucho, mucho tiempo, y realmente era así. No nos veíamos en persona desde que abandoné
el gym allá por el 2021, es decir post pandemia.
En
cuanto a lo que sentí, creo que el abrazo no solo fue el de condolencia típico.
Hacía una semana Ella había perdido a “su media naranja”. Hola querido mío!.
Me dijo al oído. Yo: “La puta madre!” -en el suyo-.
Ella
creo sabe -en el fondo- o espera, ese tipo de saludo de pésame de mi parte.
¡Si! casi como el título del libro de Claudia Piñeyro “Elena Sabe”. En éste
caso pues la Profesora de Algebra sabe, que al enterarme de lo sucedido yo,
Lusito, mirando al cielo diría: “pará la mano hermano! ¿Con las muertes
injustas? Si! ¡Ésta me parece injusta!,
tanto como otra en la que yo había perdido sin saberlo hasta dos o tres meses
despues, a una amiga que forma parte de esos seres de luz, que parecen ser
señalados por ese circulito que en el video game de futbol, indica al jugador
que lleva la pelota.
Creo
que me puse en su lugar, antes -no ahora- el día en que me enteré de la muerte
del Doctor -su esposo- y me acordé de la forma en que nuestros viejos, los
nacidos a inicios del Siglo XX, al enterarse de alguna desgracia así se
desquitaban con una frase dirigida hacia Dios y la virgen.
¿Puedo
haber pensado todo eso? en unos pocos segundos entre el acto de abrazarla y
soltarla para ya mirándola a la cara decirle: Andá! ¡No puede ser! Allí cambió
la expresión y viró hacia la de tristeza mientras decía, creo: “lo único que
me tranquiliza es que no sufrió!”. La enfermedad se lo llevó en menos de
diez días. Habíamos estado haciendo treking hace menos de un mes. Sus
compañeros de fútbol no lo podían creer, ya que jugaba como uno mas con tipos
de cincuenta o sesenta años y el tenía setenta y pico? No recuerdo. Que lo parió!
Si, murió su media naranja. Frase vintage si las hay, pero es exacta para
éste caso. ¡Eran para mí una pareja de esas que como las piezas de un
rompecabezas encajan justo ahí! ¡Si ahí Doña Rosa!
Ambos
descendientes de “tanos” que vinieron en los barcos a los que aludió Alberto, y
que eran “fletados” desde algún puerto de la península.
La
hija había llegado de Génova, creo que unos días antes según me contó en ese
instante. Pensé: porque Diosito le avisó de esto carajo! De hecho algunos
creemos que Dios sabe, o imaginamos que es Él, el que te llama cuando te tiene
que llamar.
Ella
es amiga y prima de amigos que hice cuando llegué a Jujuy -Capital- ; en su WhatsApp
porta los dos apellidos tanos, y sin embargo canta “La Boheme” como los dioses
o semidioses. Yo canto mejor por las dudas.
“Mi
hija me mandó volver al gym con esas otras viejitas compañeras tuyas”, de allí
vengo!, Y vos cuando volvés Luisito? MIrá que sos el varón del grupo 1112.
¡Una
onda vea! Es de hecho, una persona con brillo propio que perdió a otra con
igual brillo. Bueno hasta aquí llego. Saravá profesora de Algebra, Saravá
Doctor descanse en Paz. ¡Vamos a extrañar esa dupla!