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viernes, 26 de junio de 2020

Según como lo mires...



Uno solo mira hacia un rincón…y se le “agolpan” los recuerdos, es inevitable!


                                    Y pensar que estás en el mes de Junio, mes en que cumplia años tu viejo. Pero en Junio 2020 –que cosa particular! Por Dios!- cuando el mundo gira alrededor del COVID 19, vos te das el lujo!, el gusto enorme de sacar la foto a ese rincón de mil recuerdos.
                                    Es un rincón cualquiera? NO!, tiene una figura en yeso de un Airedale Terrier comprada de casualidad en Las Termas de Rio Hondo: “la Ginger! te dijiste, entraste y la compraste, y desde entonces aunque Ella ya no esté, todavía te acompaña a todas partes, -hoy apenas rota luego de una restauración de hace años por Dani Armella, gracias!- pero, adonde vayas eh!.
Se “agolpan” dijiste, los recuerdos de como ella llegó a ti. Molestaba en casa de Cacho Malizia y la quería regalar, un dia te encontró en su camino y llegó Clementina Bernabé (a) “Ginger” (pelirroja) a tu casa, y luego de un service completo que incluyó peluquería apareció “la perra campeona”. Una libretita amarilla que aun guardas mostraba su pedigree certificado por sus dueños originales: los Galíndez de la Calle Bernabé Aráoz. Egresados del Técnico como vos. Eso la hacia mas especial aun que su porte. Tenía defectos para el standard de la raza, pero aun asi le dedicaste tanto tiempo que alguien se preguntó si eras criador de perros. No! le dijiste solo tengo un Airedale Terrier; y Ginger te cambió la vida por varios años desde aquel 1977 en que llegó a tus manos. Exposiciones ganadas y perdidas, entre amores confusos –tuyos no de ella- y tendencia hacia un cierto fanatismo por esa raza.
Tu amigo Nicolás se acercó como nunca a tu vida gracias a Ginger  porque tenia a su “novio”: Alarico!. Y después de allí “el diluvio”. Qué laburo Madre mia. Se bancaron Marisa y vos ocho cachorros! Menos mal que aparecieron tantos conocidos y hasta amigos, a los que les regalaste la descendencia de la cruza entre Alarico y Ginger. La emoción cuando el Juez de la Exposición te entregó la cucarda del Mejor de Raza no tiene precio, además de tirar por tierra tu espíritu de perdedor. Era imposible ganarle a ese Macho santiagueño! Pero Ginger lo logró! Abrazos y besos con amigos y novia, por entonces convencidos de tu admiración por la raza. Luego apenas unos años después, estabas en una veterinaria de Londres comprando unos trimmers para cortarle el pelo a Ella y su cachorro (el que te quedó Bacchus).
                                    Al lado de la figura de yeso está la lámpara que ilumina la escena: “la del Negro Blanche!”. Ese dia venia de vuelta de Tilcara y estaban comiendo empanadas en Viracocha. Al salir, te dijo: “Esperá Pelusita!” y le pidió a su compañero de viaje y dueño del auto que abriera el baúl; sacó la lámpara y te la regaló diciendo: “esto es para vos, pero acordate que me debés los 200 dólares por los gordos precolombinos!” SARAVA Negrito! Tu lámpara ilumina, hoy también un portafolios de “cuero legitimo” (adentro dice genuine argentine leather) y todavía tiene el olor que le sentiste cuando, ante el asombro del vendedor de *Carré  le dijiste: “quiero ese portafolios!, cuánto cuesta?”. El tipo se volvió hacia la cajera y le preguntó: “Vos sabés el precio?”. Ella: “no sé está ahí desde hace mas de un año!. Te diste vuelta y le dijiste a Patricia Gracias!. Era y es como te gusta a vos calificar a esos objetos que son tu debilidad: “un espectáculo!”. Ahí te acordaste que hacia años en calle Lavalle (Baires), te habías comprado en un rapto de adicción a portafolios y agendas de cuero: otro espectáculo!, que aun hoy y después de varias restauraciones de talabarteros lo usa tu hija: Bernardita. Y suele contarme con un dejo de sorna: “Papá vos sabés que todos me preguntan de dónde saqué ese portafolios?; a lo que yo contesto: es otra locura de mi viejo!”.
                                    Éste el de la foto y disparador de recuerdos, no tuvo el uso que si tuvo el otro, el comprado en Baires, en la época en que asistía al menos a 3 o 4 Congresos por año. Éste por su porte, su estilo, su “olor a cuero” era mucho, casi una muestra de vanidad, el llevar los papeles de Inspección a Obras o a la Oficina de La Cooperativa. Un dia, un compañero que te vió llegar con Él colgado en bandolera me dijo: “para usar ese portafolios RG!...tenés que ponerte traje y corbata!” (genial descripción de estilo!). A partir de ése dia está allí quieto, apenas iluminado por la lámpara del Negrito Blanche!

                                  Arriba en la foto iluminados apenas hay dos disparadores mas!

1.    El sombrero de “Chola” comprado en Villazón, que te trajo recuerdos de tu colección de sombreros que fuiste perdiendo o regalando con el tiempo, y de la gente que hoy todavía, sabes que tiene esos sombreros en alguna pared de su casa. Betty por ejemplo: “la Señora que crió a dos de tus hijos” y Liliana que crió al primero!”. La escena de la compra de ese sombrero es una anécota aparte. Cuando te movías entre las mesas de esa típica feria boliviana y dijiste: “Deme ese sombrero”, cuánto cuesta?”. Sonrisas y broma entre las vendedoras, (Cholas obvio!). Una de ellas espetó en voz alta, mirando a su compañera: “Es para una Cholita que el “Doncito” tiene allá en La Paz!” Inolvidable escena para una película del Festival de Cine de las Alturas no?
2.    La cerámica restaurada por Vicky tu amiga, que interpretó e hizo con la original, o lo que quedaba de ella: lo que quiso! .Se la habias robado a tu amigo el Negro Blanche –después te pago dijiste, no sé si lo hiciste- Era una “conjunción geométrica” de color de la cerámica sobre un tablero verde inglés, que a vos te parecieron “Ojos”. De hecho asi la bautizaste y le pusiste atrás “Los Ojos”, cerámica de N. Blanche año 2001. El dia que la sacaste del Taller de El Negro allá en la calle San Martin y la pusiste en el asiento de atrás de tu auto, comenzó a romperse. Cuando llegó a Jujuy, la rearmaste como pudiste…y unos años después terminó en casa de Vicky en Villa Jardín de Reyes y salió de allí transformada. Tu cerámica “Los Ojos” transformada completamente, y por el peso y la fragilidad de su composición geométrica “inestable”, se la llevaste a Perico al Taller de tu amigo Manolito Ortega, quien le hizo una verdadera estructura de sostén!. “esto no se desarma ni se cae más Ingeniero, vaya tranquilo!” y asi nomás me fui “manso y tranquilo!”
Y ahí está la cerámica en “negro o gris antiguo sobre una pátina que imita un resquebrajamiento”…y es símbolo de tu costumbre de intervenir con arbitrariedad la obra de tus amigos los que son los verdaderos creadores! SARAVA! Negrito, Vicky y Daniela…gracias por bancarme!

* Carré para los que no son jujeños, es una casa ya tiene sus años de venta de ropa "pret a porter" donde se vestía la GCU, y no solía tener marroquinería de ahi la sorpresa del portafolios casi escondido en el escaparate.