“Volveremos a ser campeones…Como en el 86!!”
( Tomado de la última frase del “cantito” de la barra
argentina en el mundial del año 1990, cuando todavía teníamos esperanzas en
nuestro número 10)
No sé porque
todavía dudas de la importancia de visitar o de volver a ver al menos una vez
por año a aquellos que estás seguro te quieren…Mierda! (con la potencia que
Fontanarrosa le atribuye a la palabra).
A decir verdad no
le hacías una visita formal a Carlitos “el Cholo” Herrera desde hace no sé cuántos
años. Vale! Dijo un hispano si cuando viviste dos años seguidos en Salta no te
dignaste ir a verlo; ese verso de no tener tiempo a causa del laburo, y de
llegar a casa y ya no tener ánimo para moverte, instalarte frente al TV y hacer
zapping buscando algo “como la gente” no es motivo. Esta vez te pusiste firme y
le dijiste a tu amigo Dardo: vamos este fin de semana o vamos!. Al bajar del
auto y salir Carlitos a recibirte bastó para que entres en ese campo magnético
de energía positiva!. Las consabidas frases: “tanto tiempo
Galleguito!”...y los cálculos no siempre acertados: “una vez pasaste por la
casa frente al Delmi, pero apenas si saludaste!”, antes, mucho antes te
acordaste de una o dos comidas en su Depto. de San Pedro cuando trabajaba para
Marciani, ya estaba con la Mimí. De un almuerzo especialmente te acordaste: era
una colita de cuadril al horno con papas doradas, helado de postre y un vino
tinto mas o menos bueno: “al tiempo –como dicen los yutos- pero al tiempo de
Alaska dijo Carlitos mientras le ponía unos cuantos cubitos y algo de soda, pá
darle el toque de champagne!. Enólogos y epicúreos abstenerse de opinar por
favor!.
Cuantos años
pasaron desde entonces? 100 quizás? No no creo que tantos pero si unos 30
seguro, andabas en camioneta de la D.E.J con chofer que te aguantaria comiéndose unas empanaditas del viejo Crillon el de la calle 9
de Julio, quien luego de ello te esperaría a que terminaras tu almuerzo con
amigos, a la sombra de un árbol, algo fundamental en un San Pedro de Jujuy con 38°C
a la sombra. Tenías que asomarte al balcón luego del cafecito a la turca para
ver si ya estaba la “chata” con Garzón esperándote (no había celulares, año
1987?) en la 133 la más nueva de la “Repartición”.
Esta vez no vas a
darle a la lata con los recuerdos de Carlitos, la barra del Bisonte: los
Agostini, los Farfán (doble apellido dijo Luisito: Far – Fan), Cesitar
Carrillo, el Chato Otaiza, el “turco” Abraham, eventualmente el Gato Paz,
Arturito “cachete de plomo” Rodríguez, y el personaje el Dr. Tejerina…quien sin
hesitar ponía en tela de juicio tu capacidad como conductor de radio y crítico
de cine: miraba de reojo y le susurraba en el oído a su interlocutor mas
cercano: “Y a éste quien le dio el título de crítico?...acaso no es ingeniero?”
Herrera padre era
compañero tuyo en la D.E.J., luego lo heredaste a Marcelito mientras Pulgón
estudiaba Ingenieria y el mas péndex se codeaba con los que no hacían nada en
Jujuy.
La última y única
foto juntos la tenes en algún álbum de los viejos…la vas a escanear para
subirla luego al Face…la “barra” de Ciudad de Nieva viendo el partido Argentina
vs Bélgica? Con la bandera Argentina por delante y fuera de foco se ve a Cesar,
el Turco Abraham, el Chato Otaiza, Dardo Palmieri, Carlitos “cholo” Herrera y
vos al borde del infarto cuando le pedias al “gordito: Diego” “Juga vos solo
gordito juga vos solo! Mientras abrazabas el viejo TV cada vez que el 10 metía
algún gol!
Cuando el Bisonte ya no fue –por no decir murió- la barra quedó casi desmantelada; Carlitos cambió de laburo, ya no había un lugar adonde además de nuclear un grupo de gente: “nosotros”, había que estar o tomando un café o comiendo una hamburguesa sino no existías!. Los otros lugares imprescindibles en el Jujuy de los ochenta eran o La Royal o Carena y después de allí “el diluvio”…esto para caer en la frase a la que apelo siempre, es mas creo ya cansar, ya tendré tiempo –entonces-para buscar otra, lo siento querido lector!
Cuando el Bisonte ya no fue –por no decir murió- la barra quedó casi desmantelada; Carlitos cambió de laburo, ya no había un lugar adonde además de nuclear un grupo de gente: “nosotros”, había que estar o tomando un café o comiendo una hamburguesa sino no existías!. Los otros lugares imprescindibles en el Jujuy de los ochenta eran o La Royal o Carena y después de allí “el diluvio”…esto para caer en la frase a la que apelo siempre, es mas creo ya cansar, ya tendré tiempo –entonces-para buscar otra, lo siento querido lector!