Con las Fotos y la Escritura!
A mí me pasa lo mismo que a muchos
-felizmente-. Con la fotografía una vez tomada y analizada, aparece en el subconsciente
ese: “a ver que tal salió?”. ¿Será cosa de eterno principiante?
Si, claro que llega ese halo de
disconformidad, el que te dice que podría haber salido mejor. Como
parafraseando a The Beatles “I should have known better”, que estos monstruos
dicen en algún párrafo de su canción: “¿Sabes, debiéramos haber sabido mejor
que no podíamos contar contigo” ¿Con quién, conmigo mismo como fotógrafo? Ese
es el problema!
Por eso a veces me permito citar a fotógrafos
que conozco y que dijeron: “mi mejor fotografía está por llegar!”. ¿y los
escritores que se sentaron frente a la hoja en blanco unas horas y se quedaron
en el intento?, quizás porque no hicieron el “acopio” necesario, de palabras,
fotos, gestos, “nuages de mots”, ¡necesarios para encarar un texto! Si señores,
esto lo aprendí hace poco en un taller sobre escritura. ¿Y si aún así no sale?
Bueno al fin y al cabo: “mal de muchos consuelo de tontos”.
Pero eso si, unas veces, ¡unas pocas creo! terminé
un escrito, sea cual fuese el tema aparece, ese sentido, ¿el sexto? Que te
dice: “aquí está la posta”. ¡Y tengo algunos gracias a Dios! Sino quizás no
insistiría en la escritura.
Analicemos la fotografía. ¡Cuánta disconformidad!
¿Cuándo comenzó ella? ¡No en la primera foto!; quizás apareció en la ciento
noventa y pico o en la mil treinta y cinco, creo! Hay dos, o tres o cuatro, o
catorce (14) número al cual soy adicto. ¡En que salieron “de puta madre!”.
Y ya está, o estuvieron, así sin filtros, sin retoques.
¿Y en los escritos? ¡También por supuesto! Como
aquella vez que definí a una relación como “amores tranquilos”. No me caben
dudas “el titulo justo” O cuando con un modesto teleobjetivo de 135 mm de mi
Ricoh Singlex, saqué una de las últimas fotos del Concorde bajo los cielos de
Paris, ¡casi fuera de foco! ¡Pero era “el click justo”, el que te hace palpitar
el cuore a mil!
Lo que escribo: ¡el chorro de tinta justo! Lo
que fotografío: ¡el click justo! Es, como yo le digo a mi hijo, después
de llevar hacia atrás el palo de golf con buen o mal swing no importa, pero… ¡cuando
está volviendo y, ya abajo e impactando a la pelota ese “tack!” ¡Único!,
quizás entre decenas de intentos, pero la pelotita ya vá por donde tiene que
ir. ¡No es necesario mirarla! ¡La Fe en el sonido tack!, que lo sentís no lo ves...eso
es Fé? ¡Dicen los que la tienen que si! ¡Y, Si es asi “debiera haberlo sabido
mejor”!
Nota: éste escrito se lo dedico a dos amigos
amantes del golf: Luis Franchini y Danny Greppi.
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